BANCOS Y ECOLOGÍA. EL SISTEMA FINANCIERO HACIA LA SOSTENIBILIDAD
También los bancos, privados y públicos, tienen que adaptarse ante la emergencia climática, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030. De ahí los titulares como “La transición ecológica requiere un nuevo paradigma del sistema financiero” o las reflexiones de si el futuro del planeta debe dejarse en manos privadas.
El sistema financiero privado va tomando posiciones desde hace tiempo, con implantaciones tibias, pero de gran responsabilidad. Veamos varios ejemplos
«Un proceso lento de transición hacia la sostenibilidad puede desembocar en desastres y escenarios de alta inestabilidad. La transparencia, la coordinación entre entidades públicas y privadas y la información serán claves para implementar un plan de transición adecuado.»
https://www.triodos.es/es/notas-de-prensa/2019/emergencia-climatica
«La Banca ética invierte el dinero de sus clientes en proyectos que son respetuosos con el medio ambiente y aportan riqueza de verdad a la sociedad. Vetan proyectos que no son ecológicos aunque sean rentables y promueven el cambio social a través de las finanzas. La banca ética, compuesta por apenas cinco entidades en España y algo más de 50.000 clientes, defiende la transparencia, solo invierte en economía real, no especula con el capital y financia proyectos vinculados a sectores como las energías renovables o la agricultura ecológica y toma la justicia social como su particular Biblia.»
https://ecoinventos.com/banca-etica-alternativa-a-la-banca-tradicional/
«¿Qué esperamos de este nuevo modelo de banca?
No tenemos duda de la positiva contribución de este papel activo en el avance de la Agenda 2030 y los ODS, cuyo éxito es además una responsabilidad compartida con los gobiernos, empresas y ciudadanos, sino que también creemos que el viraje hacia un nuevo modelo de banca permitirá mejorar la solvencia de las entidades financieras, con el consiguiente fortalecimiento del sistema financiero.»
«Nuestro estudio pone de manifiesto que aquellas cooperativas de crédito que mejor gestionaron los riesgos ESG, es decir, aquellas cooperativas en las que la brecha de género –tanto a nivel de plantilla como de equipo directivo– fue más reducida, las que destinaron más recursos a formación, y las más eficientes en el uso de los recursos, mostraron una salud financiera más saludable, poniendo de manifiesto el positivo papel de la sostenibilidad sobre la estabilidad del sistema financiero.»
Reflexión
¿Pueden ser los intereses financieros de entidades privadas los que únicamente puedan dirigir el desarrollo sostenible?
Cuando se empieza a hablar de decrecimiento como salida a la emergencia climática, ¿Quien le pone el cascabel al gato?
Según WIKIPEDIA
«La banca pública es la banca que opera al servicio del interés público vía instituciones en propiedad pública a través de los gobiernos que los representan. Los bancos públicos pueden existir a todos los niveles, desde nivel local a regional o nacional e incluso internacional. Cualquier organismo gubernamental que pueda satisfacer las necesidades bancarias locales pueden, en teoría, crear una institución financiera.
La banca pública se distingue de la banca privada en que sus acciones son motivadas para el interés público. Bancos privados, por el contrario, buscan en general beneficios a corto plazo para los accionistas o para conseguir su expansión como su más alta prioridad. Los bancos públicos son capaces de reducir los impuestos dentro de sus [jurisdicciones], porque sus beneficios son devueltas al fondo general de la entidad pública.»
El debate está en el aire
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